José María Amo (Las Pajanosas, Sevilla, 1998) sólo tiene 21 años, pero ya ha vivido la cara más amarga del fútbol… dos veces. En apenas año y medio recibió en dos ocasiones (en abril de 2016 y en diciembre de 2017) uno de los diagnósticos más temido por un futbolista: rotura del ligamento cruzado. Lo superó y ahora le llega el premio a su constancia con la convocatoria de la Sub-21. Desde hacía años su nombre aparecía como la gran promesa de la cantera sevillista, ya que muchos le señalaban como el sucesor de Sergio Ramos. Era un fijo en las inferiores, tanto en la Sub-17 como en la Sub-19. Sin embargo, todo se detuvo en abril de 2016, cuando se rompió por primera vez el ligamento cruzado de su rodilla derecha.