Sobre si la obra de Preferencia significa algún impedimento para acometer la del tercer anillo, fue rotundo: «No tiene ninguna interferencia en lo económico. Esta obra estaba presupuestada, está financiada y su coste no pone en peligro ninguna remodelación futura. Hemos entendido que, tras las obras de los años anteriores, ésta era ahora necesaria. El proyecto de futura ampliación del estadio está en marcha y la intención es que podamos tener un primer estudio de ideas en los próximos meses. El Consejo está decidido a empezarlo lo antes posible y evidentemente será costoso y complicado, no tanto por la técnica sino por conjugarla con seguir disputando partidos mientras tanto. No será, en ningún caso, antes de un año».
Además, explicó los motivos por los que se ha aplazado la actuación prevista en las tribunas bajas de ambos goles: «Hay dos aspectos. Uno es que nos gusta ser ambiciosos pero también realistas. No era un problema económico, pero compaginar esta obra con la de las tribunas bajas de Gol Norte y Gol Sur era imposible en el período de verano. El año pasado sufrimos con los plazos, aunque es cierto que empezamos mucho antes la competición. Entendimos que era un riesgo importante, porque las complicaciones siempre surgen conforme avanza la obra. Otro aspecto a sopesar es si hacer una inversión importante para ganar pocos asientos, o hacer algo más ambicioso como es un tercer anillo. Eso no quiere decir que esa reforma no se vaya a hacer si se hace el tercer anillo, pero quizás se lleve a cabo no para ganar capacidad, sino para ganar comodidad».