Jugó con fuego el Sevilla en Rusia y se terminó quemando. Merecidamente. Porque el único equipo que buscó la victoria y los tres puntos en este duelo de la segunda jornada del Grupo J de la Europa League fue el local, el Krasnodar de Murad Musaev. Machín tiró de rotaciones, en principio necesarias, y su equipo perdió toda la identidad y carácter labrados en los últimos choques. La unidad «B» no dio la cara. El Sevilla fue todo el partido a remolque de los rusos, que estrellaron hasta tres balones en la madera. Pese a todo, Nolito adelantó a los visitantes antes del descanso. Pereyra y Okriashvili, en la segunda parte, castigaron a los de Nervión haciendo justicia.