Como el verde al final pone a todos en su sitio, tampoco hay por qué alterarse y que fuera titular era cuestión de tiempo. Ni N’Zonzi ni gaitas, el mejor futbolista del Sevilla la temporada pasada, el que le salvó los muebles a Sampaoli con goles en los últimos minutos y magistrales ejecuciones de jugadas a balón parado -como el que se remató Sergio Ramos en su portería-, el que firmó más de 10 asistencias jugando hasta de portero atiende al nombre de Pablo Sarabia. El francés, con todo lo que brilló en el primer tramo de temporada, se vino abajo en cuanto los rivales empezaron a ver que al gigante había que presionarlo para que el Sevilla no jugara al amateurismo de Lillo y Sampaoli.