Bueno, quizás no os hayáis enterado porque, desgraciadamente, no se da tanta bola como se le debería dar al fútbol femenino pero esta chica que veis en la foto este año deja el club de su vida, el nuestro. Esta capitana no defenderá el año que viene este escudo, por el que tanto se ha esforzado, por el que tanto ha entrenado y luchado, por el que tanto ha sudado y ha dado.
Ejemplo de lucha, de entrega y de sevillismo, siempre con casta y coraje, siempre con el escudo por delante. La mejor compañera que puedes tener, siempre mirando por los intereses colectivos antes que los individuales, siempre mirando por una pierna de su última compañera antes que por las dos suyas. Siempre ayudando y repartiendo, llevando con honor los colores del escudo, sintiendo y haciéndolo sentir, el sevillismo. Capitana como nadie, una gran jugadora como tú siempre será parte de este escudo.
De ti recordaremos tu buen toque, tu maravilloso golpeo de balón y esa garra con la que defiendes la pelota. Será difícil cubrir el hueco que dejas, el que una capitana como tú deja. Recordaremos muchas cosas de ti, pero lo que sobre todo recordaremos tu desparpajo no sólo con la pelota, tu bonita forma de ser y estar.
Solo me queda agradecerte en nombre de todos los sevillistas tu compromiso con el club y equipo, tu profesionalidad y todo lo que has dado y aportado. Mucha grandeza, ¡Gracias por todo Karito!
Por Óscar Bravo.
