Kike Salas y una actuación difícil de demostrar

El Confidencial en la tarde de ayer, informó que Kike Salas había sido detenido por un presunto amaño de apuestas ilegales, sobre una serie de cartulinas amarillas que supuestamente habría forzado al final de la temporada pasada. A todos nos pilló por sorpresa y también al Sevilla.

Hay dos personas de su entorno, de su pueblo, Morón de la Frontera, que han sido acusados de haberse enriquecido a costa de esta circunstancia. El montante de las apuestas, parece que asciende a los 9.000 euros.

El entorno del futbolista está muy tranquilo, convencido de que es inocente y que en el móvil que la policía se ha quedado no hay absolutamente nada.

De su cuenta del banco no ha salido ni ha entrado ninguna cantidad relacionada con casas de apuestas, ya que así lo indica la propia casa.

El Sevilla le ha ofrecido asesoramiento legal, al igual que su agencia de representación, que ya están trabajando en el caso.

Aunque las consecuencias que puede tener esta implicación son importantes, la realidad es que es muy difícil de demostrar que Kike estuviera implicado, el sevillista no está acusado, porque monetariamente no se ha visto favorecido de esto.

Para que se vieran problemas, tendría que haber una grabación o pruebas en el móvil, donde directamente asegurara que si apostaban a las tarjetas amarillas, iban a ganar dinero. Según las primeras investigaciones, estas pruebas no existen.

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Además, como bien informaron ayer en El Partidazo, que para que sea denunciado por corrupción en el deporte, debe haber una influencia directa en el resultado, y lo cierto es que recibir tarjetas amarillas, no influye como tal en el resultado final del encuentro.

El propio hecho de que forzará esas cartulinas y no fuera a causa del lance de juego, también es muy difícil de demostrar.

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