Hasta ahora, el récord lo ostentaba Konko, por el que el Sevilla pagó 8,5 millones al Genoa en 2008, seguido muy de cerca por el colombiano Aquivaldo Mosquera, cuya llegada procedente del Pachuca supuso un desembolso de 8 millones. Curiosamente, ni uno ni otro triunfaron con la camiseta blanquirroja. El siguiente en la lista, Squillaci (6,5 millones) sí dio un buen rendimiento en Nervión y fue vendido dos años más tarde por la misma cantidad al Arsenal. El coste de Simon Kjaer no es el único récord del verano en clave sevillista.
Ver Noticia[ad id=»88331″]