En una sincera entrevista en Onze Mundial, el sevillista Jules Koundé, que sigue sin desvelar su futuro, ha admitido que, cuando era niño, con ocho o nueve años, llegó a maltratar a su madre: «Cuando comencé a jugar al fútbol en mi pueblo, éramos muy malos, teníamos un mal equipo y muchas veces perdíamos. Yo no soportaba perder y me estaba volviendo loco. Tuve un período en el que era terrible con mi madre». «Recuerdo haberle pateado las piernas. Cuando llegaba a casa me enfadaba y hacía algunas cosas feas, pero ese período duró poco».