´Krychoman´ es el hombre de hierro del vestuario sevillista, donde alucinan con su tesón y una profesionalidad a prueba de lesiones. No en vano, el polaco se ejercitó ayer con el resto del grupo, olvidando así la fisura costal que sufrió sólo siete días antes en Tiflis, y se puso a disposición de Unai Emery para jugar este viernes en La Rosaleda de Málaga; donde cumplirá su partido número 50 como sevillista en sólo 12 meses en el club.