Al papel de la cantera en el primer plantel hay que darle más protagonismo, y Caparrós se va a encargar de ello. La idea, por tanto, no es otra que la de aligerar las futuras plantillas sevillistas, configurando un grupo que no exceda de los 22 jugadores y pudiendo completar el cupo restante con jugadores de la casa que, con dorsal del filial, puedan alternar con el primer equipo cuando sea necesario. Eso, además, solucionaría problemas para futuras listas UEFA y evitaría excedentes de jugadores a lo largo de la temporada.
