Partido bastante aceptable el que hizo el Sevilla ayer en San Mamés, ante un equipo que está arriba en la clasificación y que también compite en la Europa League, venía de empatar en el difícil campo de la Roma.
Lo cierto es que se vio a un Sevilla competitivo, que se mostró más seguro en defensa, y más ordenadito. Evidentemente, hay muchas cosas que mejorar, concretamente el nivel individual de muchos jugadores debe subir.
Se están viendo cosas de los nuevos fichajes de Víctor Orta, aunque el que más está destacando es Ejuke.
El extremo nigeriano está siendo capaz de generar mucho al equipo, los últimos tres puntos en Liga, se los podemos apuntar a Chidera, con el gol ante el Valladolid y la acción de ayer.
Un acierto total, teniendo en cuenta que llegó libre tras terminar su contrato con el CSKA de Moscú.
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El punto negativo es el de Iheanacho. Preocupante el nivel físico y futbolístico que está mostrando en estos partidos el delantero.
Da la sensación de que está lento, no gana ni un solo duelo individual, no genera nada de peligro, no es capaz de pelearse ni saltar con los centrales, y cuando le aparece la oportunidad de disparar, la despeja…
Están siendo la cara y la cruz de la planificación de Orta.