Monchi ha tomado nota durante estos meses. Ya ha hablado con el entrenador y están pendientes del mercado. Ambos han detectado cuál es el problema sevillista en casa, que no es otro que hacerse previsible. Los rivales tratan de cerrarle su costado derecho y le contragolpean por el izquierdo. Y, por supuesto, que el equipo necesita demasiadas ocasiones para llevarse los puntos. El Sevilla siempre camina con el agua al cuello. Y así se escapan los puntos. La carta a los Reyes Magos de Lopetegui es escueta pero concisa. Monchi también le ha escrito la suya. Falta que el regalo sea oro (para poder invertir), porque de incienso y mirra hay excedentes de años anteriores.