En este sentido el Sevilla tiene la teoría de que, salvo casos muy determinados (Jesús Navas, Sergio Ramos, Reyes…) la cesión debe ser un paso casi obligado para que el futbolista aprenda a entender un vestuario profesional desde un prisma distinto al que haya podido vivir en el Sevilla. En el propio club quizá pueda sentirse demasiado protegido y los técnicos prefieren que el futbolista viva un año lejos de la ciudad, fuera de la familia y conociendo los sinsabores de tener que competir con profesionales en un ambiente ajeno.