Para todo futbolista sudamericano que quiera hacer carrera en Europa es clave la obtención del pasaporte comunitario, casi imprescindible por encima de los 25 ó 26 años porque los clubes prefieren guardar las plazas de extracomunitario para proyectos cada vez más jóvenes. En este sentido, la legislación española es un paraíso para futbolistas que llegan desde más allá del océano, ya que, a diferencia de otros países, con sólo dos años de trabajo continuado en nuestro país es suficiente para iniciar los trámites para la nacionalización.