Que Aleix Vidal se erigiera en el hombre del partido para la mayoría de la prensa y de la afición es el reflejo de una curiosa paradoja. El tarraconense llegó como un fichaje de perfil medio que dio el mayor salto de su carrera sobre la baza de su capacidad de trabajo y su compromiso. En el Sevilla tenía además por delante al futbolista de más talento de la plantilla, Reyes, y al fichaje estrella, Deulofeu. Pero Aleix Vidal se ha hecho insustituible para Unai Emery, que incluso prefirió sacar del campo ante el Barcelona a otro hombre de más calidad individual y más gol como Vitolo cuando decidió darle el testigo a Reyes.
