La Copa, como estímulo para la reacción

La bochornosa imagen del Sevilla en Bilbao, Moscú y Valencia ha puesto el proyecto 2017-2018 en el disparadero. Prácticamente, el único consuelo tangible es que esa semana negra ha quedado atrás. La vía de escape para todos, empezando por el entrenador, el gran señalado, pasa por dar un golpe de timón radical para enderezar una nave en la que se han invertido más millones e ilusiones que nunca, pero que transita peligrosamente hacia la indefinición más absoluta. Subyacen por Nervión problemas de todo tipo. Los hay que apuntan a una planificación incompleta; otros, dirigen su mirada hacia la capacidad y decisiones del técnico; y hasta se critica una cuestionable preparación física que no evita la descomposición del grupo en los partidos y tiene a varios de los futbolistas más importantes del plantel en un preocupante estado de forma.

Ver Noticia

Comparte por Whatsapp esta noticia

Deja un comentario