En el Sevilla suele haber una mezcla de jugadores en propiedad, chavales que aparecen y desaparecen de la cantera, y los futbolistas que llegan cedidos. Estos cedidos suelen aterrizar porque el club dueño de su ficha en cuestión se niega a venderlos y lo presta para que se fogueé y gane experiencia y se revalorice, o porque el club que asume su ficha busca que les ayude en el campo sin asumir el coste de un traspaso en el momento actual. En estos dos casos están los tres cedidos que tiene el Sevilla esta temporada: André Silva, Maxime Gonalons y Marko Rog. Tres cedidos que, por una circunstancia u otra, no han terminado de triunfar esta campaña en Nervión.