uizá si Monchi, en un trabajo sobrehumano que habría implicado dominar el tiempo como pretendió en su novela H. G. Wells, hubiese fichado a Santillana, Zamorano o Luis Fabiano, tres de los mejores cabeceadores que han visto estos ojos, obtendría respuesta Julen Lopetegui a su modelo de centros y centros sin rematador. O no. Lo que sí desveló cándidamente el técnico guipuzcoano, motu proprio, es cuál es la premisa principal de su filosofía: no encajar gol. Una frase reiterada en su comparecencia lo delató: «Ganamos muchos partidos por 1-0 ó 0-1 por no equivocarnos». El Sevilla de Lopetegui ha demostrado demasiadas veces que le cuesta un mundo no ya hacer, sino llegar al gol.
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