Jesús Navas completó los más de 90 minutos en el derbi ante el Betis. Ni siquiera la aparición de Aleix Vidal en el alargue le hizo abandonar el terreno de juego, ya que fue Ocampos el sacrificado. El capitán sevillista se probó en la jornada previa al duelo ante el eterno rival para tratar de llegar a una cita siempre especial. Levantó el pulgar y Julen Lopetegui no se lo pensó: a jugar. La cuestión es que el capitán siempre desea participar, esté o no en plenas condiciones, y el entrenador hace caso a su jugador. El resultado es que el equipo lleva jugando media temporada con un Navas mermado.