Durante la mayor parte del verano la cabeza del atacante ha estado más puesta en el mercado que en el propio Sevilla, toda vez que clubes con peso en el panorama nacional han contactado con él (Celta y Real). El Sevilla se ha mantenido firme, tasando a Carlos en 20 millones y alejando a compradores. Hasta que la Real Sociedad lo marcó como objetivo prioritario y las partes estuvieron hablando hasta el último día de mercado. No hubo acuerdo por Willian José, la llave de la operación, y el negocio se fue al traste. Ahora Lopetegui puede moldear un atacante parecido a lo que tiene, pero a su vez distinto. Y con esas ganas de triunfar en Nervión que sólo poseen los que se han criado en la Carretera de Utrera.