Lo apretado del calendario y el cansancio acumulado es la excusa perfecta para que juegue el Gnagnon-team. Muchos suplentes, algunos obligados a reivindicarse y algún que otro prometedor canterano. En la actitud de los elegidos por Lopetegui está la clave para que toque sufrir más o menos en un escenario de los que suelen atragantarse si no se le echa al tema lo que hay que echarle. Y es que si la segunda unidad no está a la altura de las circunstancias ante un Tercera división… El Ciudad de Lucena sueña con firmar la noche más importante de su existencia, con un cuerpo técnico con pasado sevillista (los hermanos Carrasco) y algún que otro futbolista que en su momento fue promesa importante de la cantera blanca, como el caso de Pablo Gallardo. Sin nada que perder y mucho que ganar, a nadie se le escapa que morirán en el intento de tumbar a un equipo de Champions.