Si hay una palabra que define a la perfección el durante y el después de esta pandemia y sus efectos en la sociedad, esa es incertidumbre. Un término que, obviamente, también se puede aplicar al mundo del fútbol, en todos sus aspectos. Quizás la que más relevancia tiene ahora mismo es la de cual va a ser el once inicial que salte al terreno de juego en la reanudación de LaLiga Santander. La memoria hace recurrir al aficionado a elegir el que venía jugando con más o menos asiduidad hasta el parón del pasado mes de marzo por el Covid-19, pero las circunstancias han cambiado y más de 100 días sin jugar un partido oficial pueden variar mucho las condiciones técnicas de algunos jugadores. Y es que el aspecto físico no ha sido un problema. El problema es que el ritmo competitivo, el toque o la chispa que te hace ganar un duelo directo se pierde, y cuesta recuperarlo.