Unai Emery pidió intensidad en los partidillos de este miércoles e incluso incentivó a sus jugadores con una apuesta: el equipo que perdiera de los cuatro que competían invitaba a una cena a la plantilla. “Los chavales están exentos”, dijo sobre los cuatro del filial. Y los futbolistas obedecieron hasta tal punto que Reyes y Cala, que actuaban en equipos rivales, tuvieron un pique durante uno de los partidillos de seis contra seis.