El colegiado del encuentro, el aragonés Clos Gómez, le mostró a Rami la tarjeta amarilla por “derribar a un contrario en la disputa del balón de forma que estimé temeraria”, según se puede leer en el acta redactada por el árbitro a la finalización del encuentro. En dicho documento se justifica también la segunda de las tarjetas amarillas enseñadas por Clos Gómez a Rami apenas unos segundos después de la primera: Según el colegiado, la actitud del futbolista del Sevilla en la acción fue la de “protestar, de forma ostensible y gesticulando con sus brazos, una decisión mía”.
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