Los dirigentes están irritados por el comportamiento del ex jugador del Sevilla (2008 a 2010), quien ante el mínimo problema físico permanece fuera del grupo durante varias semanas. En esta campaña sólo ha jugado tres partidos, ante Chievo, Legia y Roma. El club blanquiceleste en ocasiones ha valorado la posibilidad de rescindir su contrato y pedir una indemnización por daños, o como caso alternativo, en vender sus derechos.