El sevillismo vuelve a vivir en un estado de nirvana. El Sevilla está en puertas de la gloria de nuevo, aunque en el vestuario no quieren levantar las campanas al vuelo y todos miran con respeto a Florencia. Pero, pase lo que pase en este vertiginoso final de curso, la realidad es que Unai Emery se ha vuelto a salir con la suya. Con una docena de futbolistas nuevos, su Sevilla roza otro hito histórico, pues ya la mera disputa de unas semifinales europeas y la pelea hasta el final por la Champions no puede ser calificado sino de éxito rotundo, teniendo en cuenta los condicionantes de una plantilla que fue remodelada de nuevo en verano.