Precisamente su salario está siendo el gran obstáculo para colocar al ex de Valencia y Getafe, puesto que los conjuntos españoles que se han interesado por él no pueden asumirlo y el jugador no está dispuesto a rebajar sus emolumentos, jugando con que le quedan dos años de contrato. Tanto es así que su agente ha señalado en varias ocasiones que el jugador no tiene problemas en quedarse, pues firmó hasta el 30 de junio de 2014.