La poca lógica, diríamos mejor. El fútbol apenas tiene de eso, y tal hecho es posiblemente lo que da grandeza a este deporte. A un partido, cualquiera es capaz de ganar a cualquiera. Y ese factor sorpresa que merodea en todas las previas hace que el aficionado tenga interés por verlo.
Sin embargo, algo de lógica sí que tiene. Muy poca, pero algo sí. Exagerando el argumento, poner a Beto de delantero centro no es lógico. Lo lógico es ponerlo de portero. ¿Puedes ganar jugando con Beto de delantero centro? Pues sí, sin duda. ¿Puedes perder con Beto jugando de portero? Pues también.