Castigado por los horarios impuestos por el operador televisivo que gestiona los partidos de la Liga Nacional de Fútbol Profesional (LNFP), la noticia de que el Sevilla-Rayo Vallecano de la vigesimosegunda jornada de Liga se jugará el próximo domingo 3 de febrero a las cinco de la tarde provocó ayer gran alegría, a la vez que buena dosis de sorna por el maltrato recibido, en el sevillismo, una afición claramente perjudicada por los horarios en que han sido fijados esta temporada sus encuentros como local.