Uno de los mayores quebraderos de cabeza de la dirección deportiva sevillista ha sido poder librarse de todos los descartes que había en la plantilla.
En gran parte se ha hecho bien el trabajo, también es cierto que no se ha conseguido hacer caja prácticamente por ningún futbolista salvo En-Nesyri. Pero la tarea de Víctor Orta ha sido muy complicada y muy extensa.
Aún sigue quedando algún descarte por ahí. El que más molesta a la afición sevillista y al propio club, es el de Joan Jordán. Salario de más de cinco millones de euros brutos por temporada, con un contrato hasta 2027, pone muy difícil colocarlo en algún equipo.
Durante la mañana se ha hablado de la posibilidad de que acabe jugando en el Valencia en calidad de cedido. Informan en Relevo, que la operación se ha caído por completo y es que es inviable económicamente para el club ché.
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Los valencianistas están trabajando en la cesión de Enzo Barrenechea, futbolista del Aston Villa. Como última esperanza, queda el Alavés y que pueda ofrecer más de lo que ha dado hasta ahora.