En la entrevista en A Balón Parado, se le preguntó al mister del Sevilla por sus vivencias como sevillista y la pasión del club: «Uno siente la responsabilidad que conlleva ser entrenador del Sevilla. Primero por la gente que ha confiado en mí, desde el presidente al Consejo y a Monchi; y luego por los aficionados. Cuando uno es consciente de que, de las pocas cosas que pueden hacer hoy en día feliz a un sevillista es que su equipo gane, siente mucha responsabilidad más allá de la ilusión que te genera ganar. Eso te da una fuerza extra para ir a por los objetivos».
Sobre la pasión que se vive en el club, comentaba que «en algunas cosas sí lo esperaba y en otras me ha sorprendido para bien. Es un club grande pero muy ágil, con cercanía. Tiene las ventajas de un club grande pero también las de los clubes familiares y cercanos. En todos los puestos del club hay mucha pasión y mucha autoexigencia. Eso se empapa a los jugadores y a todos los que llegamos desde fuera».