Martes de Feria, aeropuerto de San Pablo, Sevilla, 13:45, la expedición del Sevilla arriba para tomar el vuelo que la trasladará hasta San Petersburgo y allí las caras son de asombro absoluto. Un puñado de hinchas, no más de doscientos, cierto es, le da a aquello un ambiente inesperado, tanto que en los rostros de los futbolistas se refleja una mezcla de asombro e incredulidad ante el apoyo que están recibiendo.