Hecho el debido reseteo ante el Rennes, el Sevilla vuelve hoy a la competición liguera con la necesidad de cambiar el rumbo que dictan sus tres últimos resultados, en particular los dos más recientes. Con el retorno de Koundé por bandera, los nervionenses han vuelto a cargar la valija de buenas sensaciones, aunque los profesionales son conscientes de que esta batalla será mucho más dura que la que pudo plantear el Rennes y se preparan para ello. Al Sevilla le urge un golpe en la mesa en la Liga para escalar posiciones a la espera de que su calendario se iguale con el resto con los dos partidos que aún tiene pendientes. Con otro partido exigente en Champions ante el Krasnodar en apenas dos días, Lopetegui puede condicionar el once, aunque el técnico tendrá que hacerlo con mucho tacto porque la Liga no admite más despistes.