Lopetegui, consciente de las cortísimas vacaciones de su plantilla y del saturado calendario que cruza desde que arrancó la temporada, con dos diabólicas series de tres partidos de Champions entre cuatro de Liga, optó por una rotación extrema ante el Chelsea de la que espera obtener todos los réditos hoy. Decidió apostar todas las fichas al 5 (de diciembre) pero, tras el 0-4 del miércoles, como no gane su equipo, la banca le va a embargar parte de su crédito a los ojos de su afición. Que salten con las piernas más frescas Koundé, Fernando, Joan Jordán, Ocampos y hasta De Jong debe reflejarse en un equipo bastante más intenso, compacto y competivivo que el que hizo el ridículo ante el Chelsea. Imprimir un altísimo ritmo de juego será la clave para que los sevillistas salden con éxito la visita del coloso.