La Copa del Rey entra en juego para el equipo de Unai Emery en un cargado diciembre que llega en medio de la indefinición. La irregularidad tiene a la afición de los nervios y dividida y el camino copero debería ser un andar con pies de plomo. Es éste un torneo que puede ser para un equipo de Champions desde un solar diáfano y abierto hasta un campo minado.