Caparrós y su dirección deportiva han puesto sus ojos en Allan Saint-Maximin, prestigioso medio galo del Niza por el que el conjunto francés abonó diez millones de euros al Monaco en 2017. Un objetivo que, como ha podido confirmar ESTADIO Deportivo, se antoja prácticamente imposible para los rectores blanquirrojos, después de haber sondeado las condiciones de la operación. Y es que el Niza solicita 25 millones de euros por un jugador que, en el mejor de los casos, podría acabar abandonando la entidad francesa por un fijo de 20 millones de euros, llegando los otros cinco en base a objetivos. En Eduardo Dato entienden que se trata de un precio superior a la valoración real del jugador.