No es fácil adaptarse a cambios radicales en la vida, así que tampoco lo es en el fútbol. Y eso es lo que ha tenido que vivir un Shakhtar Donetsk al que su nombre vincula a a ciudad del este de Ucrania desde el origen, pero que se ha visto a obligado a abandonar su hogar para mudarse nada más y nada menos que a 700 kilómetros de su ciudad. Y es que el hotel Ópera de Kiev, la capital del estado, ha sido el escogido como sede del club en su exilio del conflicto entre fuerzas prorrusas y ucranianas que afecta al país en la zona en la que se sitúa Donetsk.