No hay mejor noticia para todo técnico que quiera tener éxito al frente de un equipo que poder contar con el mayor número posible de efectivos que le ofrezcan un rendimiento que repercuta en el buen funcionamiento del once semana tras semanas. Uno de los problemas con los que se encontraban entrenadores de épocas anteriores en el Sevilla FC era el mirar al banquillo y no encontrar nivel para variar el rumbo de un partido. Eso no le ocurre hasta el momento a Unai Emery, amigo de rotar mucho sus equipos entre una competición y otra.