Puede que las cartas estuvieran ya marcadas desde el momento en que renovó su contrato. No sería la primera vez que pasa en el Sevilla ni será la última. Ha sido y es el guión en las circunstancias y el modelo de negocio de este club. Algunos, como Federico Fazio o Éver Banega, no aceptaron las reglas y eligieron otro camino que sí siguieron -porque también ellos iban a salir beneficiados- jugadores que se hicieron igualmente grandes en el Sevilla. Fueron los casos de Jesús Navas, cuya renovación incluso llevó aparejada una disminución en vez de un aumento del precio de su cláusula de rescisión, o de Krychowiak.
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