La sincronización de Huygens

Hace un año las caras de Nzonzi, de Iborra, de Monchi y de cientos de sevillistas que ponían un pie en el King Power Stadium de Leicester estaban preparadas para la derrota. Nadie sabe el porqué, pero el destino le recordaba antes de tiempo al Sevilla su obligación de perder. El desenlace de aquella extraordinaria eliminatoria no sorprendió, ni cuando Escudero reventó el larguero, ni cuando Morgan marcaba el primer gol de su vida, ni cuando Nzonzi, desde los once metros, le dio un lamentable pase al portero de un Leicester en crisis y que había escapado milagrosamente de Nervión. Era inevitable, el Sevilla estaba obligado a perder.

Ver Noticia

Comparte por Whatsapp esta noticia

Deja un comentario