Cuando Javi Varas amplió su contrato con el Sevilla, en octubre de 2011, era titular indiscutible en el equipo de Nervión tras afianzarse con magníficas actuaciones. Era el momento del de Pino Montano y el club le correspondió con un buen contrato hasta junio de 2015. Esa campaña jugaría los 22 primeros partidos de Liga, justo hasta que el Villarreal ganó en el Sánchez-Pizjuán (1-2) el 5 de febrero de 2012 y todo comenzó a cambiar para el meta. Perdió la titularidad y su sueño comenzaría a esfumarse muy lentamente. Ya sólo jugaría tres partidos más hasta el final de la temporada.