El germen de este innovador proyecto fue el español Rafael Ballester (fallecido en 2015), un miembro del Comité Organizador del Trofeo Ramón de Carranza y vocal de la Federación Andaluza de Fútbol en aquel momento, que en 1962 propuso acabar con la igualdad en el marcador con una tanda de lanzamientos desde los once metros.