El Sevilla FC comunicó al FC Barcelona el pasado viernes que no acudiría al palco del Estadio de Montjuïc a presenciar el partido, por todo lo que está ocurriendo por el ‘Caso Negreira’.
El hecho probado del pago de más de 7 millones de euros al vicepresidente de los árbitros y su hijo, constituye para la entidad de Nervión un hecho lo suficientemente grave,como para poner tierra de por medio entre los clubes.
En primer lugar fue el departamento de protocolo del Sevilla quien comunicó a la entidad catalana, que no acudirían a la comida entre directivos.
Luego y justo antes de sacar el comunicado, fue Pepe Castro quien llamó a su homónimo Joan Laporta, para comunicarle que no habría representación institucional en el palco y que acudirían a la zona reservada para amigos y familiares.
Según cuenta Relevo, la tensión se mascó en la conversación entre ambos dirigentes, algo que ya asumían en el Sevilla, pero que entendían que era un paso que debían dar.
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Ahora están a la espera de que otros clubes hagan lo mismo, para que muestren su repulsa públicamente a todo este asunto, que esperan no quede impune.
