Todo queda supeditado a la decisión de las autoridades políticas de cada país, pero la puerta de entrada al fútbol ya está abierta de nuevo. El número de espectadores estará limitado a un 30% de la capacidad respectiva de los estadios. Los aficionados visitantes no podrán entrar a los partidos hasta nuevo aviso. Los partidos UEFA no podrán jugarse con espectadores allá donde las autoridades locales no lo permitan, y el límite del 30% de la capacidad sólo puede alcanzarse cuando el límite establecido por las autoridades locales no sea inferior, en cuyo caso, se aplicaría dicho límite. La distancia social será obligatoria para los espectadores y otras medidas de precaución como el uso de mascarillas debe ser implementado de acuerdo con las regulaciones locales.