Fernando Reges vuelve a sonreír. Necesitaba pisar la hierba con fuerza. La última vez fue el aciago 1 de marzo, cuando cayó lesionado frente a Osasuna. Un problema muscular que le iba a obligar a perderse, prácticamente, lo que restaba de temporada, puesto que necesataría estar entre 6-8 semanas sin jugar. Ya han pasado más de dos meses desde la lesión y las sensaciones del mediocentro son cada vez mejores. Fernando tenía esa incertidumbre de ver cómo se encontraría al pisar el césped y realizar los primeros ejercicios a campo abierto. Se ha encontrado cómodo, con fuerza y pocas molestias. Encima, para ese derbi, primer partido de la reanudación liguera, Julen perdía a Gudelj, el otro pivote defensivo. Fernando volverá cuanto más se le necesita.