El Sevilla se marcha nuevamente al parón con una sonrisa. La otra vez, primero; ahora, a un punto del líder, aunque por arriba está todo en un pañuelo. La afición sevillista salió del Sánchez-Pizjuán ilusionada a la par de entregada por lo que le ofrece su equipo. Ha nacido un nuevo proyecto liderado por Pablo Machín en el banquillo y Joaquín Caparrós en los despachos. Los resultados de estos primeros meses son las primeras piedras de este edificio, aún en construcción y con goteras que habrá que tapar. No obstante, el Sevilla, este año sí, quiere decir cosas importantes en LaLiga.