Las apuestas deportivas antes y después de la regulación del juego en España

A punto de cumplirse casi 4 años de la regulación del juego online en España, aprobada por el actual gobierno del PP, resulta necesario remontarse a la situación que había en España antes de esta Ley del Juego, en la que no existía ningún contexto legislativo que regulara su actividad.

Así pues, vamos a recordar cómo era el juego online en España antes y después de 2012.

Situación del juego online en España antes de la regulación

El juego online en España era alegal, es decir, no estaba explícitamente prohibido, por lo tanto, cualquiera podía registrarse y jugar en cualquier casa de apuestas online del mundo, pero tampoco era legal, por lo tanto, ante un caso de fraude o una estafa, jurídicamente los usuarios nos encontrábamos desamparados.

El Estado no recibía ningún tipo de ingreso procedente de esta actividad, una pésima noticia para el conjunto de los españoles, pero positiva para cada español que decidía iniciarse en el juego online, ya que al no tener que abonar tasas impositivas, las cuotas de las apuestas deportivas eran más generosas, ya que el margen de beneficios para los operadores se ampliaba.

En este sentido, cabe recordar que las slots online y las apuestas de contrapartida desaparecieron con la regulación, por lo que tuvimos que esperar hasta 2015 para que volvieran a ser reguladas y accesibles para los usuarios.

Situación del juego online en España después de la regulación

Tras la regulación, la DGOJ se convirtió en la entidad reguladora del juego online en España y en la responsable de certificar que cualquier casa de apuestas online que ejerciera su actividad en España, dispusiera de su sello de calidad, el cual, implicaba una serie de medidas de seguridad y de salvaguarda de los usuarios (ludopatía, auto-exclusión, prohibición de menores, etc…), así como el cumplimiento de la normativa fiscal.

Por contra, el principal problema que trajo consigo la Ley del Juego fue la limitación de los servicios a los ciudadanos españoles, es decir, que únicamente aquellos usuarios que demostraran tener la nacionalidad española y accedieran desde el territorio español, podrían registrarse y acceder a los servicios de la casa de apuestas online. Este hecho, especialmente dramático en el poker, limitó y sigue limitando el volumen de dinero y el número de usuarios que se pueden llegar a mover en el mercado español, lo que reduce la rentabilidad y los posibles beneficios de estos usuarios.

No obstante y a pesar de las limitaciones que impone este modelo regulatorio de exclusión, en comparación con la situación del juego online previa a 2012, ahora los usuarios de juego online gozan de la seguridad y las garantías que ofrece cualquier servicio regulado, es decir, que ante cualquier caso de fraude o estafa, tenemos la posibilidad de interponer una demanda que nos permita recuperar nuestros fondos o nuestros datos personales.

A manera de información complementaria, podemos recomendar esta página donde se encuentra una lista de casas de apuestas reguladas y con su respectiva licencia para operar en España.

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