En la marcha de un futbolista joven de una cantera a otra de otro club entran muchos factores que intervienen y que al final deciden en su entorno. Familiares, culturales, afectivos, económicos, apego emocional, celos deportivos, discriminaciones salariales, influencias externas… o, simplemente, la llegada de una oportunidad irrepetible.
Viene todo esto por la última fuga de un jugador del Sevilla al Real Madrid. Javi Hernández, lateral izquierdo del Altair (equipo de cadetes de primer año que compite en Primera Andaluza) ha firmado por el club merengue siguiendo los pasos de un infantil, Martín, que en mayo propició el enfado público de José María del Nido, que pronunció aquella amenaza de acabar con los equipos de escalafones inferiores si los grandes, Madrid y Barcelona, seguían llevándose futbolistas de su cantera.