La economía es un factor clave en todo esto. Y la Champions, con su reparto desigual, desde una meritocracia que incentiva al mismo tiempo un crecimiento geométrica que menoscaba la igualdad competitiva, tiene un peso enorme. Monchi valoró por ejemplo cada victoria en Champions como «un tercio de los ingresos habituales por abonos, que en el Sevilla son de unos 12 millones de euros». «Una victoria en Champions, entre el fijo y el market pool, está en torno a tres millones y medio o tres seiscientos… Mira si es importante». También habló de la competitividad, del gen competitivo del Sevilla. «La exigencia hoy es ganarle al Krasnodar. Y si le ganamos al Krasnodar hay que ir con la misma exigencia el sábado a Huesca, porque es otra competición, no tiene nada que ver. Y luego contra el Chelsea, y luego contra el Madrid, y luego contra el Rennes… Así crecen los equipos que están acostumbrados a lograr cosas».