El sevillismo cuestiona ya las decisiones del entrenador guipuzcoano, que antes de cosechar el primer palo tangible con la visita del Real Madrid ya había levantado cierta polémica por no contar con el israelí Munas Dabbur. Se ha cuestionado sobre todo su perseverancia en apostar por Luuk de Jong como referente de ataque. Sí ha sido evidente que mientras el Sevilla ha estado ganando también ha habido cosas que el propio entrenador ha advertido que había que “mejorar”. Este Sevilla, con todo lo invertido, ha evidenciado que le falta fluidez a partir de la zona de tres cuartos, donde el esquema de interiores y extremos por dentro genera mucha posesión pero poca capacidad de sorpresa. Además, ha habido partidos en los que el rival ha sabido originarle una superioridad numérica peligrosa en la zona cercana a los centrales.